Yoga

jueves, 31 de enero de 2013

Sin comparaciones

Hay dìas en los que atrapo a mi mente comparando mi vida con la de los que me rodean, quizàs a muchos les pase lo mismo. Nuestra cultura occidental desde muy pequeños nos conduce a compararnos todo el tiempo con nuestro entorno. Comparamos nuestro cuerpo, nuestra vestimenta, nuestros bienes materiales y por supuesto nuestros èxitos y logros. En una cultura en la que prima el slogan "joven y exitoso" a veces parece imposible no caer en la trampa de la comparaciòn. Sin embargo si nos ponemos a observar nuestras vidas desde que nacimos hasta el momento de hoy, seguramente veremos experiencias que no fueron como màs querìamos pero  nos ayudaron a enriquecer  nuestras fortalezas como tambièn lo hicieron aquellas que realmente fueron buenas y aùn hoy al recordarlas nos llenan de felicidad.
Personalmente cuando me invade este pensamiento de comparaciòn, comienzo a realizar mentalmente, allì donde estè,una lista de todas las cosas por màs pequeñas que sean que me hicieron la persona que soy hoy , aùn con mis defectos y virtudes. Eso hace que comience a sentirme fuerte y logre centrarme nuevamente en mi. Todos estamos en este mundo por una razòn, a algunos les toca caminos màs complejos que otros, pero al fin y al cabo todos aprenderemos aquellas lecciones que son para nosotros. Por eso cuando tendamos a caer en  la comparaciòn pensemos en que estamos para aprender y las cosas que tenemos y que vivimos no son màs que experiencias para nuestra evoluciòn, al igual que la de las personas que nos rodean.

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